La Cuaresma y en particular la Semana Santa, que acaba de pasar, fue un período con múltiples actividades, en los distintos municipios en donde el Opus Dei desarrolla su tarea apostólica. En casas de retiros como Torreblanca, en Silvania; Bonga, en la costa atlántica; Guaycoral, en La Ceja, Antioquia; La Hacienda La Esperanza, en Ginebra, Valle del Cauca, decenas de personas tomaron parte en las celebraciones, pero también en multitud de lugares donde personas que pertenecen al Opus Dei, se unieron a muchas otras para vivir la Semana Mayor.
¿Motivos para dar gracias? Infinitos. ¿Intenciones? Innumerables.
Unidos a Dios en oración por la Iglesia, el Papa Francisco, la paz de Colombia y el mundo, por la visita en agosto de monseñor Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, la celebración de los 70 años de la Sección Femenina en el país, las diversas actividades sociales y de formación, por los padres de familia, los hijos, las vocaciones, y múltiples peticiones de manera particular.
En su mensaje del 15 de marzo, el Prelado del Opus Dei, en su carta mensual comentó: “La proximidad de la Semana Santa nos invita a intensificar la contemplación de Jesucristo en la cruz. A esto nos está ayudando litúrgicamente la Cuaresma que, como todas las dimensiones de la vida cristiana, nos va llevando a la identificación con Jesús”.
En Silvania Cundinamarca
Unos 30 jóvenes del Centro Cultural y Deportivo Monte Verde hicieron su retiro en Atarraya y el sábado tuvieron un encuentro con otros 40 profesionales y padres de familia que estaban en Torreblanca, en las ceremonias de bendición del fuego y resurrección.
En Bogotá y Piedecuesta
En el Gimnasio de los Cerros, en Bogotá y el colegio Saucará en Piedecuesta-Santander, padres, alumnos, profesores, amigos y vecinos participaron en el programa propuesto para estos días e incluso se vivieron vigilias de 24 horas en las que muchas personas quisieron acompañar y hacer un rato de oración ante el Santísimo.
En Santa Fe de Antioquia
Estudiantes de bachillerato y de varias universidades de Medellín y Bogotá participaron en unos días de convivencia. Fueron hasta la vereda San Nicolás de Bari en Sopetrán para hablar con las familias de la región, entregaron mercados e impartieron clases a niños, jóvenes y adultos sobre lo que enseña la Iglesia en para esos días Santos. El sacerdote que los acompañó impuso unos 150 escapularios de la Virgen del Carmen a niños y adultos de la vereda. Además, participaron en las diversas procesiones del municipio.
En Villeta, Cundinamarca, un grupo de jóvenes profesionales del Centro Cultural Adarve desde Bogotá, adelantó también una labor social visitando la cárcel de Villeta, para escuchar y rezar con los presos, un ancianato y a familias de escasos recursos.
“La semana santa solidaria que pasé con Adarve fue una experiencia increíble. Desde el primer día, nos encontramos trabajando en una casa oculta en medio de las montañas. Pero lo más impactante no fue solo el trabajo en sí, sino la oportunidad de compartir con personas que nunca había conocido. Esa fue la clave que hizo que esta Semana Santa fuera tan especial y diferente a cualquier otra. Durante los días siguientes, dedicamos tiempo a visitar una vereda para que pudieran participar en los oficios de la semana santa, cuanta hospitalidad y sentido cristiano hay en cada rincón. Estamos llamados a la plenitud desde la caridad, allí esta nuestra felicidad”, relata Benjamín, uno de los asistentes.
También contó Nicolas, en su casa al regresar, la sensación de esos días: “Como si fuéramos discípulos siguiendo los pasos de Cristo, nos dedicamos a llevar consuelo y esperanza a aquellos que necesitaban sentir paz y alegría en sus vidas”.
Ayudaron con los arreglos de varias casas de las familias de la zona, pintaron paredes, barrieron, cantaron y fueron hasta Quebradanegra, de Bulucaima, para acompañar a personas de la región en los oficios de la Semana Santa. Muchas personas de veredas cercanas en las que no habría oficios, al saber que este grupo los lideraba, se unieron a las ceremonias.
Desde la Ruta del Vallenato a Retiro
No podía faltar la creciente y viva labor que vienen desarrollando supernumerarios y cooperadores del Opus Dei en Valledupar, Fundación, Bosconia, Santa Marta y muchas otras poblaciones del Caribe, desde donde varios señores y profesionales jóvenes emprendieron camino rumbo a Bonga, casa de retiro entre Cartagena y Barranquilla para hacer un curso de retiro en los días santos.
Durante estos días el número de visitas a las páginas del Opus Dei aumentó de manera considerable. Decenas de personas siguieron el “Via Crucis”, escrito por San Josemaría, lo mismo que las meditaciones y oraciones propuestas para esta Semana Mayor.
Fueron unos días de oración, de agradecimiento y de reflexión, unidos en las enseñanzas de San Josemaría Escrivá. “La Semana Santa, por tanto, no puede ser un paréntesis sagrado en el contexto de un vivir movido sólo por intereses humanos: ha de ser una ocasión de ahondar en la hondura del Amor de Dios, para poder así, con la palabra y con las obras, mostrarlo a los hombres". (punto 97 del libro 'Es Cristo que pasa').