La serindipia hecha persona

Ángela María Sánchez fue fiel del Opus Dei desde 1986. Estudió en EAFIT en Medellín, Administración de Negocios e hizo un postgrado en Alta Gerencia. Como Agregada de la Prelatura, Ángela María tenía muy claro que debía encarnar el mensaje que Dios inspiró en san Josemaría al fundar la Obra: santificar el trabajo, santificarse en el trabajo y santificar a otros con el trabajo.

Ángela María (en el centro), con Patricia e Irina.

Ángela María Sánchez fue fiel del Opus Dei desde 1986. Estudió en EAFIT en Medellín, Administración de Negocios e hizo un postgrado en Alta Gerencia. Como Agregada de la Prelatura, Ángela María tenía muy claro que debía encarnar el mensaje que Dios inspiró en san Josemaría al fundar la Obra: santificar el trabajo, santificarse en el trabajo y santificar a otros con el trabajo. Así lo hizo siempre, sin descuidar ninguno de los frentes de los que se componen la vida de una cristiana corriente y, en concreto, la familia y los amigos. En Cartagena, su ciudad natal, gracias a su trabajo y a su vibración apostólica, transmitió el mensaje de San Josemaría sin desfallecer: estuvo presente en labores de educación y desarrollo social, desde puestos directivos y de orientación, para dejar una huella que no se borrará y que otras tienen ahora el reto de continuar.

“Caminante no hay camino , se hace camino al andar…” Machado

La vida es un viaje y en ese andar te encuentras en las diferentes etapas del camino que recorres, personas que te ayudan a avanzar y te hacen la travesía amable, te encuentras una serindipia! ¿Y qué es? te preguntarás. Su significado en el diccionario de la Real Academia Española: Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual.

Hay personas que han dejado huella en la humanidad, pero quiero referirme hoy a las personas que han dejado huella en la cotidianidad de tu vida y la mía. Esas personas que de alguna manera han influido en tu caminar diario. Suele suceder de vez en cuando que acuden a nuestra mente recuerdos en los que emerge una u otra figura. A veces repites una frase significativa que te acompaña y que te hace presente a aquella persona; al tomar una decisión e inclusive cuando te tomas una taza de café o una copa y brindas, surge en tu corazón la presencia de ese alguien que te impactó. Unos no los vuelves a ver pero nunca se han ido, ni se irán de tu vida, son un regalo de la vida.

He tenido la fortuna de compartir afanes con una persona especial. Entre otras actividades en la ejecución de dos proyectos educativos, el de los colegios de ASPAEN y actualmente en una fundación que capacita jóvenes mujeres en hotelería con atención al huésped, FHES. Es Ángela María Sánchez Vergara, y en ese trabajar juntas, tuve la oportunidad de conocerla más de cerca. Quisiera compartir con mis lectores algunos recuerdos, ahora que goza ya de Dios, y no puede impedir que me refiera a ella.

Me llamaba la atención su capacidad de generosidad. Se daba en su trabajo impecable y exigente, en el consejo oportuno, en el tiempo que siempre estaba dispuesta a compartir en medio de sus múltiples ocupaciones, en su disposición para escuchar y orientar, en su vivencia de la caridad a través de los detalles sin hacer alarde de cada acción generosa en todos los ámbitos: Familiar, laboral, de amistad, de asistencia social, tanto en lo material como en lo espiritual, demostrando en sus ejecutorias toda su grandeza de mujer cristiana.

Lo curioso de Ángela María es que no llamaba la atención, nada hacía sospechar que fuese la mujerde temple que era. Con sus maneras suaves y su pasar inadvertida, huyendo del protagonismo, ocultaba una mujer emprendedora y ejecutora de importantes proyectos.

Fue una de las ejecutivas del Puerto de Cartagena en el área administrativa y financiera. Es por eso que me llamó la atención cuando se matriculó para estudiar a distancia la licenciatura en educación en la Universidad de la Sabana. -¡Ángela! la interpelé, ¿con tanto trabajo y vas a estudiar educación? ¿si tú eres administrativa por qué estudiar esto? - Prince, es que para administrar, dirigir bien y ser un ejecutivo eficiente hay que saber educar y hacer crecer la persona”; me contestó con una gran sabiduría que cada día cobra para mi, más sentido. Ángela María es, además de todos sus otros títulos profesionales que la capacitan como financiera, una magnífica educadora.

Era una gran consejera de familiares, amigos y conocidos. Poseía esa sabiduría que gozan las personas desprendidas de intereses egoístas. Fuimos muchos los que nos beneficiamos de sus consejos.

Ella me inspira a recordar el punto número uno de Camino: “Que tu vida no sea una vida estéril.-Sé útil. –Deja poso.-ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor. Borra, con tu vida de apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio.-y enciende todos los caminos con el fuego de Cristo que llevas en el corazón.” San Josemaría Escrivá de Balaguer.

Por: PRINCE MARTÍNEZ

Publicado en el Universal de Cartagena