Timonel y Delta más unidos por La Virgen de Fátima

El MIF (Meeting International Fátima), es un encuentro de jóvenes que se celebra en Fátima durante la Semana Santa. Este año irán jóvenes que frecuentan el Club Delta en Bogotá y Timonel en Medellín.

Los que viajan a Fátima entrenando con los demás en la cancha de Alcázares

Timonel es un Centro Cultural para jóvenes en Medellín. Nació en julio de 1963 como una respuesta de los padres de familia a la necesidad de una educación cristiana para sus hijos. Desde ese entonces, ha desarrollado actividades con jóvenes entre los 7 y los 23 años. La idea es cooperar con las familias, los colegios y las universidades en la formación integral y la búsqueda del desarrollo integral de los jóvenes.

Las actividades de Timonel están abiertas para estudiantes de distintos colegios y universidades, con intereses deportivos y culturales, y que se esfuerzan por tener buen rendimiento académico.

El Club Delta se fundó en 1962 en Bogotá, con el objetivo de fortalecer los principios formativos que reciben los jóvenes en la familia y en el colegio, enseñándoles a aprovechar el tiempo de manera eficaz, agradable y responsable.

Maratón de estudio de 8 horas en Timonel. Asistieron estudiantes de 8vo a 11

Es por esos objetivos compartidos que persiguen el Club Delta en Bogotá y Timonel en Medellín, que el encuentro MIF en Portugal encaja perfecto en su ideario de trabajo. La iniciativa inició hace 20 años; se lleva a cabo en Fátima, lugar de las apariciones de la Virgen en 1917: allí se reúnen cada año decenas de jóvenes que participan en las diversas actividades apostólicas y sociales de la labor del Opus Dei, en diversos países del mundo.

El MIF (Meeting International Fátima), es un encuentro de jóvenes que se celebra en Fátima durante la Semana Santa. Cada año, acuden más de 1.500 participantes de toda España, Portugal y otros países. Además de vivir la Semana Santa en un entorno incomparable, el MIF destaca por sus competiciones deportivas y culturales que van subiendo de nivel cada año.

El grupo del Delta que se prepara para la convivencia

Desde el 2017, jóvenes de varias ciudades de Colombia participan en esta jornada que conlleva una preparación de varios meses, reuniones con las familias, lecturas y charlas sobre lo que ha significado la Virgen de Fátima para la historia de la Iglesia y para miles de personas que acuden a pedir su protección.

Las invitaciones se hacen en los centros de jóvenes en Colombia y Ecuador. En el Delta y Timonel a mediados de septiembre se dan los primeros avisos y entonces los muchachos comienzan a preguntar sobre cómo será aquella inmensa convivencia en Portugal, que conlleva, además, un recorrido histórico por Madrid en el país vecino, charlas con otros jóvenes que asisten al MIF, oración en el Santuario de Fátima y participación en torneos de fútbol, baloncesto, voleibol o ajedrez; son 10 deportes con sus respectivas competencias.

Samuel y Adriano entrenando ajedrez

Por lo tanto, los entrenamientos son fuertes y requieren instrucciones de un entrenador para las competencias y en el caso del ajedrez, por ejemplo, deporte que ha tomado auge entre los participantes del MIF, por lo menos de Colombia, se realizan varias jornadas para el estudio y práctica del movimiento de fichas.

Las familias de los participantes también son fundamentales en los preparativos del viaje. Ellos escuchan varias charlas, asisten a medios de formación espiritual, preguntan sobre el recorrido, la clase de comida que tendrán los jóvenes, los sitios donde pernoctarán y cómo será la jornada que se realiza desde ocho días antes de la celebración de la Semana Santa de cada año.

En el Delta planeando los detalles del encuentro

Además de la preparación deportiva y espiritual para el viaje, uno de los requisitos indispensables es participar en diversas actividades tanto de formación espiritual y social que se realizan en los centros.

Esa perseverancia contribuye con el desarrollo del viaje.

El santuario de Fátima y el relato de las apariciones han supuesto una ayuda para muchas personas.

Una cena de integración

Algo de Historia de Fátima

Lúcia –la mayor de los videntes de Fátima– contaba sólo diez años cuando la Virgen apareció por vez primera a los pastorcillos, el 13 de mayo de 1917; sus primos, Jacinta y Francisco, tenían siete y ocho respectivamente. Esta aparición había sido precedida por otra: la de un ángel, que en 1916 se les había presentado tres veces, en el lugar llamado Loca do Cabeço, denominándose a sí mismo, primero como el Ángel de la Paz, y más tarde como el Ángel de Portugal.

En 1945, el mismo año del fin de la guerra, en Tuy, san Josemaría Escrivá de Balaguer se encontró con sor Lúcia por primera vez:

– «Hermana Lúcia —fue su saludo; si usted, que recibió tantas gracias de Dios, y yo, que también recibo tantas gracias de Dios, no somos fieles, ¡la hacemos buena! ¡Podemos no ir al Cielo!»

Meditación en el Centro Cultural Elarví

–«También yo he pensado en eso muchas veces», fue la respuesta humilde de la vidente.

En 1945 el fundador del Opus Dei regresó a Portugal otras dos veces: en junio y en septiembre. El 5 de febrero de 1946, precisamente un año después de su primer viaje, llegaron los primeros fieles del Opus Dei a Coimbra, donde se puso el primer sagrario de la Obra en ese país. Volvió san Josemaría a Portugal en octubre de 1948; residió unos días en Coimbra y el día 15 se dirigió a Fátima para rezar en la Capelinha. Volvería en marzo de 1949... A lo largo de los años, san Josemaría acudió 13 veces a este lugar.