Una calle para don Álvaro

El 2 de diciembre se inauguró la calle “Álvaro del Portillo”, en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, México.

Mons. Benjamín Jiménez Hernández, Obispo de Culiacán, durante la bendición.

La ceremonia de inauguración fue presidida por el Obispo de Culiacán, Monseñor Benjamín Jiménez Hernández. Al inicio, Monseñor Francisco Ugarte, Vicario del Opus Dei en México, presentó una semblanza de la vida de Monseñor Álvaro del Portillo, primer sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.

Monseñor Ugarte destacó la fidelidad de don Álvaro a su vocación, su celo por las almas y su profundo interés en la labor apostólica que los fieles del Opus Dei desarrollaron en Culiacán durante los años en los que dirigió la Obra. “Pensar en don Álvaro, es para mí pensar en un padre que nos quería y se preocupaba por nosotros”, dijo.

Posteriormente, Monseñor Jiménez Hernández expresó su deseo de que la inauguración motivara el crecimiento de la vida cristiana y una respuesta más generosa al Señor. Mostró también su interés en el desarrollo del proceso de canonización del Siervo de Dios Álvaro del Portillo.

Participaron también el Presbítero Pablo Palomar, Vicario del Opus Dei de la Delegación Guadalajara, el Presbítero Fernando Villagómez, Párroco del Templo de San Josemaría, el Licenciado Ricardo Hernández, legislador sinaloense, y el Licenciado Isauro Ancira.

Mons. Benjamín Jiménez y Mons. Francisco Ugarte, junto a la placa develada durante la inauguración.

La placa con el nombre de don Álvaro fue develada por el Licenciado Óscar Lara Aréchiga y por Monseñor Francisco Ugarte.

Más adelante, el Licenciado Enrique de Rueda enfatizó el honor que representa para el Fraccionamiento Valle Alto tener una calle dedicada a don Álvaro. La ceremonia concluyó con la bendición impartida por el Obispo de Culiacán.

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