Foro Internacional en Roma

El Incontro Romano 2013, Foro Internacional dirigido a jóvenes interesadas en reflexionar sobre la persona, la familia, la importancia de los trabajos del hogar y los trabajos de atención directa a la persona, contó por primera vez con un grupo de asistentes colombianas.

Mijaela (participante de Rumania en el Incontro) con el grupo de participantes de Colombia (Patricia, Clara Elisa, Sindy, Norma, Nayibe y Angélica), en una calle romana.

¿Qué es el Incontro Romano?

Es un Foro Internacional dirigido a jóvenes interesadas en reflexionar sobre la persona, la familia, la importancia de los trabajos del hogar y los trabajos de atención directa a la persona. Su objetivo es:

1. Suscitar en todo el mundo actividades que lleven a reflexionar sobre esos temas,

2. Alentar y asesorar iniciativas que contribuyan a crear cultura del servicio y del hogar,

3. Promover la formación profesional de alto nivel de las jóvenes que se preparan o trabajan en el sector de servicios.

Mijaela (participante de Rumania en el Incontro) con el grupo de participantes de Colombia (Patricia, Clara Elisa, Sindy, Norma, Nayibe y Angélica), en una calle romana.

Cada año el Incontro Romano propone un tema de reflexión, con base en el cual cada país desarrolla actividades, iniciativas y proyectos que se adaptan a su propio contexto.

Foro Internacional en Roma

El proyecto del Incontro Romano culmina con el Foro Internacional en Roma, donde las participantes –a través de distintas iniciativas– muestran cómo han intentado plasmar el tema propuesto para ese año en sus países de origen. Esta fase final incluye sesiones de trabajo, donde la reflexión tiene siempre una intención práctica: buscar soluciones reales y mejoras en aptitudes profesionales. Y la Feria Internacional del Servicio, donde se exponen en stands las iniciativas de los distintos países.

Breve historia

Patricia y Nayibe con trajes típicos, junto a Ma. Victoria Cortés, egresada de Instituciones de Servicio de la U. de La Sabana, que actualmente vive en Roma.

El Incontro Romano nació con el impulso del Siervo de Dios Mons. Álvaro del Portillo –primer sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei–, que en 1990 animó a un grupo de profesionales del hogar a poner en juego su iniciativa para ampliar el influjo beneficioso que, de hecho, ejercen estas profesiones y todas aquellas que se dirigen al cuidado de la persona. Se trata de poner en práctica algo que había sido enseñanza de san Josemaría desde los inicios de su predicación: cualquier trabajo tiene una dimensión de servicio cuando se lleva a cabo pensando en las personas a las que va dirigido. Uruguay en 2011

En el 2011 se organizó la primera fase colombiana del Incontro. Se llevó a cabo en la Hacienda la Esperanza (Ginebra, Valle), con la participación de jóvenes interesadas por los temas del servicio en varias ciudades del país. En esa ocasión, las ganadoras recibieron como premio dos pasajes para Montevideo, Uruguay, donde se llevaría a cabo una fase regional del Incontro.

Esther Montero, una de las participantes del equipo ganador, comenta su experiencia:

Paola con un grupo de participantes de Uruguay.

“Cuando nos enteramos del tema propuesto para ese año (La vida es un regalo), se nos pasaron por la cabeza muchas ideas, en las que nos podíamos enfocar para desarrollar un trabajo con el que lográramos contribuir a que la vida para cada ser humano fuera verdaderamente un regalo.

Gloria, Paola y yo, pensamos que cada persona es un regalo del Creador para su creación, y esta es la razón por la cual quisimos cooperar, desde nuestro trabajo, a que cada ser humano que de alguna manera tiene contacto con los servicios que ofrecemos, se sienta orgulloso y feliz de haber nacido y estar viviendo en un mundo en el que se le quiere y valora por su dignidad, a través de la tarea encomendada hecha con amor, dando más y gastando lo mismo. Es por eso que quisimos unir estos dos temas en nuestra ponencia: la atención integral a las personas, concretamente en la buena preparación de los alimentos –sabor y presentación–, para lograr así la satisfacción y el bienestar, haciendo que el momento de alimentarse sea el rato más agradable del día y que repercuta positivamente en las demás situaciones laborales, familiares y sociales de la jornada”.

La fase regional del Incontro Romano se realiza desde hace siete años, sobre todo con asistentes de los países del Cono Sur. En el 2011 tuvo su sede en Uruguay y contó con 140 participantes. Como en la fase romana, se efectuó el foro con varias conferencias de expertos en asuntos relacionados con el tema anual. Posteriormente se realizó la feria, con presentación de stand, donde se mostraba la importancia del servicio hecho con amor, el compromiso social, el valor de la dignidad humana, entre otros valores que se veían reflejados en todos los productos expuestos. También se presentaron las ponencias que había preparado cada grupo de los diferentes países; hubo concursos gastronómicos y de repostería, tertulias culturales, etc.

En plena acción de los equipos durante el concurso de repostería. Montevideo, 2011.

 ¡Por fin en Roma!

El tema del Incontro Romano 2013 fue: “La fiesta: el arte de sorprender”. Para muchas participantes de la fase nacional era un sueño poder asistir a Roma, y esta ilusión se cumplió para un grupo de alumnas y exalumnas del Icsef.

El grupo participó con el montaje de un stand, titulado “Colombia está de fiesta y sorprende con sus detalles”. La fundamentación teórica la desarrollaron explicando la alegría característica del pueblo colombiano, que se desborda en distintas fiestas, carnavales y festivales que se desarrollan a lo largo de toda la geografía colombiana y de todo el calendario anual. En la feria presentaron un stand, cuyo centro de atracción fue la elaboración de gelatinas decoradas artísticamente, con diseños alusivos a las insignias patrias y a lo típico de nuestro país y de nuestras fiestas: la bandera, la orquídea catleya, el sombrero vueltiao, los dulces de café, el carriel antioqueño, entre otros, así como los trajes típicos con los que estaban vestidas algunas de las que atendían a los visitantes.

Patricia y Nayibe –abajo, extremos– con tres participantes de Polonia en la plaza de San Pedro, después de una de las ceremonias con el Santo Padre.

Cuenta Clara Elisa Gómez, coordinadora del grupo que asistió:

Yudy, exalumna del Icsef, que vive ahora en Roma, colaboró con el grupo de colombianas en la preparación de las gelatinas y en la atención del stand.

“Después de muchos esfuerzos para contar con los recursos necesarios (más de un año realizando trabajos extras, la colaboración de algunas personas y la toma de créditos por parte de algunas de las participantes), logramos costearnos el viaje y la inscripción en el congreso seis de las personas que veníamos trabajando el proyecto.

La participación en el congreso supuso para nosotras, además de la oportunidad de ahondar más en nuestras costumbres y tradiciones, conocer Roma con toda su riqueza histórica, artística y cultural, y la de intercambiar con asistentes de los distintos países con quienes compartimos el alojamiento: rumanas, chinas, inglesas, españolas, finlandesas, keniatas… en fin, toda una multiculturalidad supremamente enriquecedora.

También tuvimos ocasión de participar en una tertulia con el Prelado del Opus Dei y de rezar ante los santos restos de san Josemaría, de Mons. Álvaro del Portillo y de Dora del Hoyo[3], la primera Numeraria Auxiliar del Opus Dei, que santificó su existencia en una vida de servicio generoso.

Las fechas del congreso se injertan en la Semana Santa, un tiempo de especial oración en la Iglesia, de modo que pudimos participar en varias de las ceremonias celebradas por el Santo Padre Francisco y palpar su cariño y la universalidad de la Iglesia católica. Una de las participantes colombianas pudo hablarle brevemente y pedirle que rezara por la paz de Colombia”.

Clara Elisa Gómez, Fusagasugá, Cundinamarca y Esther Montero, La Ceja, Antioquia